Durante el capítulo, Maribel ha contado su historia en el colegio y su labor como profesora. También los alumnos han explicado cómo ha sido su experiencia con Maribel y han descrito cómo es.
Maribel ha nacido en una familia cristiana, y ha afirmado que conoce a Dios desde siempre porque su madre les ha hablado mucho del cielo. “No me cabe ninguna duda de que tenemos ese destino y estamos llamados para ir al cielo”, ha explicado.
Maribel estuvo durante 16 años dedicándose a cuidar de su familia y, cuando aparecieron unos estudios de ciencias religiosas, su marido le animó a estudiarlo y le pareció “entusiasmante”.
“Me encuentro con que, cuando acabo esto, me buscan para trabajar como profesora de religión”, ha comentado. Desde entonces, trabaja en Cumbres como profesora y coordinadora de Pastoral.
“No hay dos días iguales, porque aparecen fuegos que hay que apagar, chavales que hay que acompañar porque necesitan en ese momento tu atención y se deja todo”, ha explicado.
También señala que, desde el despacho hasta que llega a la impresora, puede tener 20 encuentros con profesores, alumnos… “Siempre tratas de que nadie te busque y no te encuentre: que no priorices un correo, que no priorices una reunión, y que priorices el encuentro”, ha explicado.
Algunos alumnos aseguran que Maribel es así: “Si te ve preocupado, da igual las cosas que tenga, si necesitas te busca un rato de donde sea, se va a comer contigo”.
Maribel ha explicado que en el colegio hay momentos muy especiales con los alumnos. “Si un alumno te deja asomarte a lo que es de Dios y a pisar el terreno de Dios, se paraliza el colegio y le preguntas. Ese momento es sagrado. A veces, surge el llanto, la risa y le dices: no se por qué te pasa esto, pero lo vamos a rezar juntos”.
Maribel, como profesora de religión, ha contado que la asignatura puede ayudar a responder las grandes preguntas que un alumno se puede formular: “La persona tiene muchas dimensiones y una es la trascendente, y en la persona hay una sed de verdad, hay una sed de autenticidad y justicia. Todo esto no te lo pones tú, sino que esto viene de fábrica. Esta dimensión me lanza a los grandes interrogantes y los porqués y demuestra en mí que hay algo más grande de esta materia. La asignatura de religión puede dar luz en estas preguntas”, ha explicado en el capítulo.
También, Maribel ha explicado que trabajar en este colegio es un “regalo”. “Es muy bonito saber que has pasado por sus vidas y has dejado huella”, ha confiesa. “Es un gozo del cielo, hay muchos días que digo: ha valido la pena venir a trabajar, salgo llena”. Maribel también reconoce que este regalo le permite orar por todos sus alumnos. “Esto es un don de Dios y nada está puesto de mi parte. Dios me concede esta gracia y me mete los alumnos en el corazón, y me nace rezar por ellos, sus familias».
Maribel también señala en la última parte del programa lo que ha aprendido con la Iglesia. “A mí, la Iglesia me ha enseñado a vivir, a perdonar, a amar”. También ha explicado la visión que tienen los jóvenes sobre ella: “Muchos conocen la Iglesia como la que viene a decirme lo que tengo que hacer: que no me acueste con mi novia, que vaya los domingos a misa… conocen una imagen de la Iglesia como aquella que viene a imponer lo que tengo que hacer y ha constreñir mi libertad”. Sin embargo, el papel de la Iglesia es otro: “Solo conozco una Iglesia que es madre y maestra, solo conozco una Iglesia que es liberadora, que perdona pecados. Nunca vas a ser juzgado, siempre tienes una silla y un espacio. Esto es para ti, no te veas fuera de esto”, concluye.