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Misiones de Semana Santa | Blanca Anoz: hay que prepararse espiritualmente, “para algunos, seremos lo más cerca que se han encontrado del amor de Cristo en su vida”

Blanca Anoz, a la derecha de la imagen, junto con María Pardo, de Bilbao

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No solo hay que preparar la mochila, también el corazón. Blanca Anoz, psicóloga y coordinadora de Juventud Misionera en la sección de jóvenes de Ronda, en Madrid, comparte su experiencia sobre la importancia de la preparación espiritual antes de salir de misión. “Para preparar el corazón, creo que debemos ser conscientes de esta entrega loca de amor en la que hemos sido redimidos”, afirma. “Pienso que el modo en el que evangelizamos es siendo testimonio vivo del amor de Cristo, ya que probablemente para algunas personas seamos lo más cerca que se hayan encontrado de esa realidad”.

Desde pequeña, Blanca ha vivido las misiones de Semana Santa junto a sus padres y hermanos en Familia Misionera, y desde hace tres años forma parte de Juventud Misionera. Ahora, con 23 años, combina su labor apostólica con sus estudios del máster habilitante en Psicología en la Universidad Francisco de Vitoria. Para ella es fundamental ir preparados a la misión: “Me parece que saber esto antes de irnos de misión nos llena de responsabilidad para dar lo mejor de nosotros”, explica. “De esta forma, creo que la misión se vive de manera diferente; no dejamos que pase por nosotros como un mero viaje, sino que nos hacemos responsables de ser instrumentos de Dios”.

 

Blanca, junto con sus padres en Familia Misionera
Blanca, junto con sus padres en Familia Misionera.

 

¿Por qué es importante preparar el corazón antes de ir de misión? ¿Qué diferencia puede hacer en tu experiencia misionera?

Misionar es una manera de vivir más cerca de Jesús durante su Pasión, donde Él entrega su vida por nosotros. Es dejar todo atrás para vivir cada etapa de la Semana Santa, entregándonos a los demás para que también puedan sentir la presencia de Dios en sus vidas. Para preparar el corazón, creo que debemos ser conscientes de esta entrega loca de amor en la que hemos sido redimidos. Pienso que el modo en el que evangelizamos es siendo testimonio vivo del amor de Cristo, ya que probablemente para algunas personas seamos lo más cerca que se hayan encontrado de esa realidad. Me parece que saber esto antes de irnos de misión nos llena de responsabilidad para prepararnos y dar lo mejor de nosotros durante la Semana Santa.

 

En lo personal, durante la Cuaresma me gusta encomendar especialmente las misiones y cada alma que vayamos a tocar a través de la misión, pidiéndole a Dios que seamos instrumentos suyos (siempre, pero especialmente en esta época, cuando salimos como apóstoles al mundo). De esta forma, creo que la misión se vive de manera diferente; no dejamos que pase por nosotros como un mero viaje, sino que nos hacemos responsables de ser instrumentos de Dios para ayudar en los pueblos y tocar el alma de algunas personas. Aunque también hay que estar listos para que alguien nos cierre la puerta y no quiera saber nada de lo que venimos a anunciar.

 

Atendiendo a los mayores durante las misiones
Atendiendo a los mayores durante las misiones.

 

¿Qué prácticas espirituales te ayudan a llegar con el alma lista? ¿Cómo influyen la oración, la confesión, el ayuno, el haber vivido bien la Cuaresma…?

La verdad es que a mí me ayuda mucho estar en la organización de las misiones junto al equipo de Paulos. Con ellos tenemos un grupo de oración en el que vamos anotando cada sacrificio, oración o misa encomendada a las misiones. También me ayuda mucho el acompañamiento con mi directora espiritual para enfocar bien la misión.

 

Además, creo que es súper importante frecuentar más los sacramentos (si no lo haces ya) para ir en gracia y que la misión verdaderamente sea obra de Dios. Al igual que puede ayudar mucho ponerse propósitos de Cuaresma para sacrificarse y acercarse más a Jesús. En ese sentido, es fundamental aterrizarlos a lo que realmente nos cuesta dejar, cosas del día a día como redes sociales, maquillaje, compras y gastos innecesarios, o ciertos alimentos. También es clave darles un sentido más profundo, porque a veces corremos el riesgo de verlos solo como un cambio de hábitos saludables y olvidamos el verdadero significado que tienen.

 

Blanca, a la izquierda de la imagen, junto a otros misioneros y el P. Christopher
Blanca, a la izquierda de la imagen, junto a otros misioneros y el P. Christopher Daniels, L.C.

 

¿Has vivido alguna experiencia en la que tu preparación espiritual te haya ayudado a afrontar mejor la misión? ¿Cómo lo notaste en el día a día?

Guardo en el corazón muchas cosas que son fruto de las misiones y del trabajo previo. En las misiones de Familia Misionera, me marcó profundamente el amor que necesitaban tantas abuelitas de los pueblos y cómo, a través de la sencillez de un niño, se acercaban a Jesús.

 

Sin embargo, en Juventud Misionera, me viene a la mente una anécdota en una SolNight que organizamos. Mientras animábamos a personas en la calle a entrar a la adoración, nos encontramos con una mujer que, impresionada, aceptó venir. Al preguntarle si quería que rezáramos por ella, nos contó que acababa de enterarse de que estaba enferma y nos dijo que sí. La verdad, creo que nunca he visto a alguien llorar de felicidad por una mala noticia.

 

Nos dijo que, aunque no fuera mucho a misa, sabía que Dios entendía lo mucho que necesitaba una oración y que nos había enviado a nosotras, lo cual la llenaba de alegría y la hacía sentirse amada. Creo que fue nuestra disposición, la de mis compañeras misioneras y la mía, a ser instrumentos del Señor lo que nos permitió ayudar a esa mujer.

 

Grupo de misioneros en Cantabria, en Semana Santa de 2024
Grupo de misioneros en Cantabria, en Semana Santa de 2024.

 

¿Qué consejo le darías a alguien que va por primera vez a misiones para que se prepare interiormente y viva la experiencia con profundidad?

Que vayan dispuestos y con ganas de compartir la grandeza del amor de Dios por nosotros. Que recen mucho por cada persona que encuentren en el camino durante la misión, y que sea Dios quien se haga visible a través de su testimonio. Dejadle a Él estar en el centro.

 

También creo que es importante ir sin expectativas. Aunque muchas anécdotas son hermosas, a veces es difícil encontrarse con personas que desprecian lo que haces y no quieren saber nada de ti. Todo debe vivirse con sencillez, encomendándolo todo a Dios y siendo reflejo de su amor.

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