La reciente reunión en Roma de la Unión de Superiores Generales (USG) y la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) ha supuesto un momento clave en el diálogo eclesiástico, especialmente tras la I Asamblea General del Sínodo de la Sinodalidad, celebrada en octubre, y que centró gran parte de las reuniones y su aplicación en las congregaciones religiosas.

El 23 de noviembre marcó otro momento significativo con una audiencia con el Papa Francisco en el Vaticano, donde pudo saludar a los superiores y responder a algunas de sus preguntas, entre ellos al superior general de los legionarios de Cristo, el P. Connor, L.C.

Estos encuentros entre superiores masculinos y femeninos han servido históricamente como un foro vital para promover la colaboración y el intercambio de experiencias y conocimientos. Su misión es fomentar la vida y misión de cada instituto al servicio de la Iglesia, facilitando una colaboración más eficaz y un contacto provechoso con la Santa Sede y la jerarquía eclesiástica. Este encuentro en Roma destacó la importancia de la sinodalidad en la Iglesia contemporánea, y también la posibilidad de un camino unificado para las organizaciones que aglutinan a las congregaciones religiosas masculinas y femeninas en el futuro, como ya se da en un gran número de países.