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En un espacio verdaderamente complejo como el Polígono del Guadalquivir y del Sector Sur de Córdoba se ubica la parroquia de Santa María de Marillac. Adolescentes del ECYD de Madrid, Sevilla y Valencia se acercaron esta Semana Santa para aportar un poco de su experiencia de fe. En realidad, como suele suceder cuando te entregas, es Cristo quien se desborda en generosidad y cambia tu corazón. Nos lo cuentan tres de estos miembros del ECYD, Valentina, Álvaro y Mencía, de apenas 16 años. Su principal tarea fue acompañar a unos niños en riesgo de exclusión social, muchos de los cuales no habían oído hablar nunca de Jesús.

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“Dios me llama a ser misionera todo el tiempo”

Valentina, una de las jóvenes misioneras, nos cuenta que, en estas misiones, Cristo le ha dado un vuelco a su corazón: “Todavía no he logrado entender cómo es posible que, después de cinco días, mi corazón se haya llenado tantísimo: en Córdoba sentí una paz, una alegría y me sentí tan amada por Dios que no entendía de dónde venía”. Realmente se dio cuenta, nos explica, que “era mi Padre dándome un regalo para vivir bien lo que quedaba de Semana Santa y la Pascua: vivir con un corazón que ha resucitado con Cristo”.

Por eso, todo cambia desde esta experiencia misionera: “Volver a la rutina me está costando porque he conocido a niños muy necesitados de amor, pero he aprendido que Dios me llama a ser misionera todo el tiempo”. Y esto, continúa, “a través de la oración que es el arma más fuerte que tenemos, ya que Cristo, si confiamos, es el único que de verdad le va a dar todo el amor que necesitan a esos niños”.

De la desilusión a querer ser luz para los demás

Por su parte, Alvaro nos señala textualmente que “estas misiones han sido un punto de inflexión en mi vida”. Y esto porque “han conseguido que un chaval desilusionado, que no conocía mucho a Cristo quiera conocer su luz y seguir ayudando al prójimo e iluminar a otros”.

Es la misma experiencia transformadora que ha vivido otra chica de 16 años, Mencía. Ella nos cuenta que “en misiones he aprendido a vivir de la manera más real posible, y ahora tengo sed de más”.