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¿Qué esperabas cuando te invitaron a hacer el retiro VIVE? ¿Y qué es lo que has encontrado?

Llegué a VIVE nerviosa por no saber cómo iba a poder ser cirineo de un grupo que no conocía. Conforme fue pasando el tiempo, me di cuenta que estaba llamada a vivir el retiro como una más y confiando en Dios. Eso es lo que hice. Me dejé llevar por Él y puse todas mis preocupaciones en Sus manos. En este fin de semana he encontrado a Dios no sólo en un trozo de pan, sino en las cosas cotidianas de la vida: en las personas maravillosas que me han rodeado durante estos días y que me han demostrado que Dios habita en cada uno de ellos. Pero también me he encontrado con Él llamándome por mi nombre y demostrándome que soy amada por encima de todo y mostrándome el valor que todos por igual tenemos en el corazón de Jesús.

¿Podrías decir que el retiro VIVE es un ‘Heaven spoiler’?

Totalmente, durante este retiro he vivido un trozo de Cielo aquí en la tierra y he sido consciente de que los cristianos estamos llamados a ser eso, el trozo de Cielo que los demás necesitan en la tierra.

Uno de los temas que se abordan en VIVE son las heridas que todos llevamos dentro. ¿Cómo va a cambiar tu corazón tras pasar por este retiro?

Después de este retiro, veo las heridas como una oportunidad para crecer en mi vida tanto personal como espiritual. Vivir con ellas, tratarlas y aceptarlas es un acto de amor propio y un acto de Fe hacia Dios demostrándole que confío plenamente en que si Él me quiere así, yo no debo ser menos por lo que debo también aceptarme con mis heridas para así poder ser feliz y estar en paz conmigo misma.

¿Puedes compartirnos alguna luz que hayas vistos en estos días?

De las luces más importantes que he visto este fin de semana han sido las personas que me han rodeado y, sobre todo, mi equipo. Entre todos me han demostrado que somos amados de manera incondicional y que este amor que se nos ha dado gratuitamente, debemos llevarlo a los demás para que todo el mundo tenga la oportunidad de conocer a Dios en nosotros. La manera en la que Dios ha actuado en cada uno de nosotros este fin de semana, me ha demostrado que sí que hay muchos jóvenes que quieren seguir llevando a Dios a los demás y al mundo entero y eso me llena de esperanza.