“En mi opinión -nos explica Fran-, fue una muy buena peregrinación por varios motivos: en primer lugar, por el ambiente de la generación que siempre fue bueno, pero fue mejorando al paso de los días”. En segundo lugar, continúa el responsable de Highlands School Los Fresnos, “los alumnos estuvieron muy abiertos de corazón para dejarse sorprender”. Y, en tercer lugar, “se podría decir, porque se encontraron con el Señor y con la Virgen: en Medjugorje se respira algo diferente”.

Los alumnos querían conocer lo que era Medjugorje de primera mano, “pues habían escuchado noticias sobre las supuestas apariciones, algún testimonio de conversión, etc. Por ello querían ver, conocer y sentir este pequeño pueblo perdido en Bosnia y Herzegovina”, continua el responsable de este colegio Regnum Christi.

La vida en Medjugorje

Un día por la mañana, los peregrinos subieron el monte Podbrdo rezando el rosario juntos como generación: “Los alumnos estaban sorprendidos porque en este monte es donde ocurrió la supuesta primera aparición”, continúa Fran. Otro día subieron el monte Krizevac rezando un vía crucis, mientras las tardes las dedicaron a escuchar testimonios de personas que vivían en este pueblo: “Tuvimos la oportunidad de escuchar el testimonio de un chico que se encuentra en el Cenáculo, una comunidad fundada por una religiosa y dedicada a la rehabilitación de personas con dependencias, pero me atrevería a decir que el testimonio que más les gustó fue el de Patrick y Nancy, por el abandono y confianza en la Virgen”. Se trata de unos esposos que decidieron vender todas sus posesiones en Estados Unidos y dedicar su vida en Medjugorje a servir a los sacerdotes en todas las necesidades que puedan tener.

Finalmente, nos cuenta Fran, “participamos diariamente en misa en diferentes lugares y se iba notando, incluso entre ellos, que la vivencia de aquellas celebraciones eran diferentes cada día y se iban viviendo de una manera más intensa y real”.