Regnum Christi España

Los damnificados de la DANA y las víctimas, presentes en los Galardones Alter Christus: una oración especial

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La ceremonia de la entrega de los Galardones Alter Christus comienza siempre con una oración por los sacerdotes. En los últimos años, concretamente, una plegaria de santa Teresita del Niño Jesús. Sin embargo, en la celebración de este año, el 4 de noviembre, la oración se inició con expresa referencia a los damnificados de la DANA y a todas las víctimas de la violencia, el abuso y el mal trato, además de a los sacerdotes. La oración la rezó y la escribió la consagrada Beth Van de Voorde.

Beth vive en Valencia y durante estos días, como tantos otros miembros del Regnum Christi de esta localidad, ha puesto lo mejor de sí misma para quienes lo están pasando mal en estos días. Ella en concreto ha estado acompañando y escuchando a familias afectadas por las inundaciones. La organización de los Galardones Alter Christus  quiso tenerles presentes desde el primer momento tanto a ellos como a los que han fallecido, y a todas las víctimas de avuso, considerando que este año se ha entregado un Galardón especial a Luis Algfonso Zamorano por su acompañamiento a las víctimas de abuso en la Iglesia y su compromiso con la prevención y el buen trato.

Esta es la oración:

 

Padre Bueno, nos has convocado en tu nombre. Envíanos tu Espíritu Santo y enséñanos a orar desde tu Corazón.

 

Te ofrecemos el dolor del pueblo Valenciano. En tu misericordia, recibe a cada persona que ha fallecido a consecuencia de la Dana; consuela a sus familiares y amigos. Da esperanza y ayuda a los que están sufriendo, y sabiduría a los que tienen la misión de servirles en el gobierno.

 

Te rogamos por todas las personas que sufren, por las víctimas de la violencia, del abuso y del mal trato. Tú, Señor, conoces sus nombres, caras, historias y corazones. No dejes de ser Dios, y hazles sentir hoy tu compañía en medio de su dolor y su desdicha, y que sufres con ellos. Danos valentía para salir a su encuentro, humildad para acompañarles, coraje como Iglesia para denunciar, reparar y reconocer sin excusas el daño que también hemos hecho.

 

Te pedimos por tus sacerdotes. Sostenles en su misión. Enraízales en la oración y desde una intimidad profunda contigo. Dales toda gracia, sabiduría, y perseverancia que necesiten para ser los instrumentos que tú deseas que sean y que el mundo necesita.

 

Señor Jesús, nos has convocado en tu nombre como hijos tuyos; envíanos como apóstoles tuyos. Amén.

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