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Misiones urbanas de Semana Santa | Emma, de Valencia: “Invitábamos a la gente de la calle a rezar y se alegraban de ver a jóvenes misionando”

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Emma Polo estudia 1º de Bachillerato en el colegio Cumbres School Valencia y, por primera vez, ha participado en las misiones urbanas de Semana Santa organizadas por Juventud Misionera en la Parroquia Nuestra Señora del Remedio, en Valencia.

Además, pertenece a la sección de jóvenes del Regnum Christi de Valencia y, en esta entrevista, nos ha contado que esta misión de compartir la fe es necesaria porque ahora hay «mucha gente está sola y necesitábamos acompañarlos, escucharlos y plantearles algunas preguntas que muy pocas veces nos ponemos a pensar».

 

¿Se puede hacer misiones aunque haya pandemia y la gente está confinada? ¿Qué te motivó a ir? ¿Ir de misiones era el mejor plan para esta Semana Santa?
Ir de misiones era totalmente el mejor plan para esta Semana Santa tan atípica, tenía mucha ilusión de hacer misiones y de vivir la Semana Santa de una manera diferente. Más aún este año con todo lo que estamos viviendo con la pandemia. Teníamos la gran misión de compartir nuestra Fe y ahora, con todas las restricciones, mucha gente está sola y necesitábamos acompañarlos, escucharlos y plantearles algunas preguntas que muy pocas veces nos ponemos a pensar.

 

¿Qué habéis hecho en estas misiones? ¿Podíais ir por las casas y las calles invitando a la gente?
Empezábamos las misiones con los Laúdes, ofrecimiento y meditación, después el Jueves y Viernes santo hicimos misiones por las calles invitando a la gente a ir a los Oficios de ese día o al Vía Crucis del Viernes Santo. Este año no ha sido posible ir a las casas, pero seguro que debe ser una experiencia muy bonita y esperemos que el año que viene sí se pueda hacer.

 

También tuvimos un día de convivencia donde nos lo pasamos muy bien con todos los compañeros e hicimos ‘Cristo por la calle’, y fuimos repartiendo bocadillos y zumos por una zona más desfavorecida.

 

Emma Polo, la primera por la derecha, junto a otras tres misioneras más
Emma Polo, la primera por la derecha, junto a otras tres misioneras más

¿Cómo os recibió la gente de la parroquia y de los lugares a donde ibais a misionar?
Sorprendentemente, cuando íbamos por la calle con los carteles, nos trataron con mucho respeto e, incluso, se alegraban de ver a un grupo de gente joven haciendo esta actividad. Luego, también sabíamos que habrían personas que no mostrarían mucho interés, pero siempre mantuvimos la sonrisa y nos daban las gracias.

 

¿Qué es lo que más te gustó, lo que más te tocó el corazón de esta experiencia misionera? 
Lo que más me gustó fue reflexionar durante todo el Viernes Santo sobre la Pasión de Cristo, con la meditación de las 7 palabras, acompañando a la cruz, y luego, al final del día, vimos la película de La Pasión. Yo ya la había visto, pero esta vez la he vivido de una manera totalmente diferente. Fui realmente consciente de todo lo que sufrió Jesús por nosotros, que murió por amor a nosotros. Es impresionante. 

 

Puedes contarnos alguna anécdota o experiencia que hayas vivido en tu trato con la gente donde misionabais?
Cuando hicimos ‘Cristo por la calle’, estuvimos hablando con un señor que estaba en su sofá, al aire libre, leyendo un libro. Lleva 40 años en la calle. Hablar con él nos impactó a todos. Es increíble la luz que irradiaba cuando hablaba de Dios y de lo cercano que estaba a Él. ¡Y la cantidad de cosas que sabía era sorprendente! Nos dio a todos una gran clase, como decía él, parecía el profesor y nosotros éramos sus alumnos. 

 

Fue asombroso conocerle y nos dijo varias frases que nos conmovieron como: “Todos los días son bonitos…todos los días sale el sol aunque no podamos verlo”. O “nada es imposible, si quieres, puedes conseguirlo”, que son frases que seguro habremos oído alguna vez, pero que nos las haya dicho este hombre creo que nos marcó a todos profundamente. Y al final acabamos recibiendo más de lo que nosotros podríamos dar.

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